No existe un Pentecostés en nuestra vida sin enfrentar el Calvario. Lo que esto significa es, justamente que no podemos ser revestidos de poder siendo llenos del Espiíritu Santo, sin que antes vengamos a morir para el pecado. Lo cierto es que nadie puede iniciar una relación seria con Dios sin enfrentarse con lo ocurrido en el calvario.
¿Qué fue lo que exactamente ocurrió en el calvario? En el calvario vemos al Santo e impecable Dios en forma humana tornadose pecado por nosotros pecadores, cargando nuestras culpas buscando restaurar la relación del hombre caído con él. Observe que hemos dicho buscando restaurar la relación del hombre caído con él, en otras palabras no fue Dios quien rompio tal relación, si no el hombre. Todos sabemos que Dios es Santo, sin mancha de error y no tiene comunión con el pecado.
¿Cómo entonces podría aproximarse al pecador que estaba condenado? Pagando su condena, poniendose en su lugar. No existía otra manera. Ya que la justicia divina dice: que la trangresión de la ley se paga con muerte. Por eso, él tuvo que morir en nuestro lugar. Esto nos revela que una relación con Dios se inicia en el calvario, con él dandose primero. También nos muestra el porque el nos exige que atravesemos por el calvario para que veamos nuestro pecado y nos arrepentamos de el. Usted debe recordar las primeras palabras de las (buenas noticias) eran y continuan siendo “arrepentíos”, en otras palabras, ya NO tendran que morir eternamente, pero arrepientanse y bautizense.
Por eso, hoy en día el calvario representa un lugar de muerte al pecado desde el punto de vista espiritual, por el cual todos aquellos que quieren vivir eternamente con Cristo deben pasar.
Pocos son conscientes de que, en una vida con Dios para vivir hay que morir. Y creo firmemente que esta es la razón por la cual nuestro Señor nos lo menciono varias veces en sus enseñanzas con palabras tales como: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo” (Juan 12:24), “el que no tome su cruz y me sigá no es digno de mi”(Marcos 10:38) Sí, de verdad queremos una transformación de vida debemos poder decir sin engaño como el apostol Pablo: “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; (Gálatas 2:20)
Mientras que para algunos simplemente el calvario literalmente es el “gólgota” (lugar de la calavera, o de los cadaveres insepultados) o para la tradición Judía el lugar donde el cráneo de Adán fue enterrado, o el lugar donde Cristo murio. Espiritualmente para quienes creen es simbolo de muerte a las viejas contumbres que nos debilitaban, y aun más simbolo de victoria, sobre lo que nos separaba de Dios.
¡Atraviese el calvario, seguro de que después de esté, su día de Pentecostés vendrá trayendo su victoria!
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