Los tres tipos de personas que siguen y seguían a Jesús. (Hoy nos concentraremos en el primer personaje.)
Acostumbro a decir que todos nos encuadramos dentro de estos tres personajes que se caracterizan como los:
1. Oidores de historias. Los emocionados.
2. Contadores de historias. Los ilusionados.
3. Hacedores de historias. Los que toman iniciativa.
Sin lugar a duda, de oidores de historias esta lleno el mundo, clubs, colegios, e iglesias. Todos de cierto modo somos oidores. Como todos sabemos es necesario oír, y sobre todo las historias y palabras que salen de la boca de Dios, pues es así que la fe nace (Rm10:17). Pero, para Dios no basta con tan solamente ser un oyente de historias.
Cuando se trata de una vida con Dios, de manera alguna el pretendió que nosotros como sus seguidores simplemente lo escucháramos quedando emocionados con sus hechos pasados. El oír a Dios, tiene un propósito y esto es obedecerlo, para que el Dios que no vive de la gloria del pasado sea visto por quienes no le creen y viven en la oscuridad.
Quienes se han acomodado, a tan solo oír historias, sean estas de hechos asombrosos de los personajes bíblicos o por alguien que tuvo éxito, acostumbro a decir que tales personas son las que mas viven por la emoción, “engañándose a sí mismas” por no ser “hacedoras de proezas en Dios.” (Santiago 1:22) Lo cierto es que, Dios NO nos llama para simplemente escucharlo durante toda la vida dentro de cuatro paredes (iglesia), el nos llama para cambiar nuestra historia y la historia de nuestra sociedad, el mundo. El lo dijo de otra manera “una luz no se pone dentro de un mueble, si no encima de un monte para que alumbre a toda la ciudad.”
¡Sea esa luz, que Dios pretendió que fuera! y ¡no acepte ser un simple oidor de historias!
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