Después de leer los siguientes principios comprenderá bien:

-Quien no quiera renunciar la vida de soltero(a), no se case. Pues, tendra que dar su solteria.

-Quien no quiera dar amor no lo exiga. Pues, tendra que sembrarlo.

-Quien no quiera trabajar que no coma. Pues, tendra que dar su tiempo y esfuerzo.

-Quien no quiera hacer ejercicio, no reclame por su peso. Pues, exigue dar tiempo y atención a su cuerpo.

-Quien no quiera darse a Dios el cien por ciento, no se engañe diciendo que todo lo suyo es de el, y mucho menos que su vida le pertenece a el.
Lo cierto es que, la idea de un pacto en un matrimonio, es que sean una sola carne y no es diferente entre usted y Dios o algún objetivo. Dios quiere ser uno con usted, y esto solo puede ser posible abriendo mano de TODA su vida y no solo de lo material. Podemos concluir que: La practica de dar es inseparable donde existe una verdadera fe; sea en un objectivo, en una persona o en Dios.