La envidia es un mal estar interno y espiritual que destruye silenciosamente. Tanto a quien la padece como a quien se dirige. De acuerdo al libro sagrado (La biblia) la envidia “es carcoma de los huesos” (Proverbios 14:30) En otras palabras es un cancer espiritual. Aun dice mas: “¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?” (Proverbios 27:4)

Esto muestra lo siguiente:
Quien padece de tal sintoma refleja una enfermedad espiritual capaz de ser tranferida y derrumbar a cualquier uno falto de protección divina.

Algunos síntomas del envidioso son:
-El disgusto de la promoción del otro.
-El intento por impedir el exito de a quien se esta envidiando.
-La desvalorización con palabras de las conquistas hacia el envidiado.

Algunas consecuencias de la envidia son:
-Perdidas de promociones o relaciones.
-Caminos cerrados por habladurias.
-Divisiones entre compañeros de trabajo o equipo profesional.
-Enfermedades espirituales. Desespero, depresión y otras.

El antídoto contra la envidia:
-Vivir bajo la protección del Altísimo como esta escrito: “No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.” (Salmo 91:10)

Nota importante:
Es importante entender que siendo la envidia un mal espiritual no existe “consejero alguno” que pueda imponer protección o amuleto alguno como forma de alivio sobre quien la padece. Es necesario reconocer primero los sintomas sí se esta siendo envidiado o sí, se tiene envidia y buscar acercarse a Dios.