“No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” (Romanos 12:2)

Modificación de conducta no es transformación de carácter. Nadie obtiene una mente transformada solo por APRENDER a hablar de Dios, cantarle a Dios, orar a Dios, leer al respecto de él…etc.

Cotorro

Desafortunamente esta ha sido la moda religiosa de este último siglo, ha traído una devoción a Dios así; de gente que ha aprendido a tener una conducta “disque de Dios.” Gente que como el cotorro ha aprendido hablar de Dios, a modificar su comportamiento de un modo temporal. Solo que la realidad de una mente no transformada se revela en la falta de no poder vivir con un carácter ejemplar y en constante comunión con Dios.

Mantener una devoción de costumbre simplemente por haber aprendido las cosas de Dios hasta el cotorro puede. “Y le aseguro que oraría, hasta más.” ¡No me mal interpreten! como dice el dicho: “Quien le quede el saco que se lo ponga” Mas la realidad tiene que ser dicha, para despertar la conciencia espiritual adormecida y acomodada a tal moda religiosa para lograr una comunión intima y verdadera con Dios. Solo así habrá más que una modificación de conducta; habrá un cambio de carácter, como prueba de una mente transformada y una vida de paz ya, “que el ocuparse del Espíritu es vida y paz,” (Romanos 8:6)